En un contexto de re estructuración global del capitalismo, en 2013 cerca de 200 mujeres indígenas se movilizaron desde las selvas amazónicas ecuatorianas hacia la capital del país, Quito, llevando una propuesta económica- política-cosmológica: el Kamak Sacha o “selva viviente”. Esta es la alternativa de los pueblos amazónicos de Pastaza para frenar la ampliación de la frontera petrolera en sus territorios. En su recorrido, las caminantes fueron acompañadas por otras organizaciones: ecologistas, indígenas, de mujeres, sindicalistas. El quehacer político de las mujeres indígenas amazónicas ha ido acompañado de luchas internas en sus organizaciones de base.