La Floresta a pesar de ser un barrio situado casi en el hiper centro de la ciudad de Quito preserva unas características muy particulares que lo identifican, esto se debe a que todavía existe convivencia entre sus moradores principalmente entre quienes han habitado en este lugar por algún tiempo lo que genera lazos de cooperación y unión entre ellos que les permiten realizar actividades tendientes a mantener a este espacio urbano con vida propia para que no sea homogeneizado a la dinámica mercantilista de la ciudad como ha sucedido con otros espacios tradicionales. A lo largo del presente trabajo monográfico que se sustenta en una investigación de índole cualitativa se evidencia los rasgos que generan la identidad del barrio y se mencionan algunas iniciativas que posibilitan que esto suceda.