Este artículo identifica las condiciones que facilitan la variación de la estabilidad política por parte de jueces que actúan como jugadores de veto institucional. Para el efecto, se propone un modelo espacial en el que se sostiene que la menor distancia ideológica entre quienes demandan la modificación del statu quo y la del juez mediano incrementan las probabilidades del cambio político. Recurriendo a un modelo de regresión LOGIT aplicado al caso del Tribunal Constitucional del Ecuador, los resultados arrojados verifican empíricamente tanto la hipótesis planteada como la teoría de que, aún bajo condiciones de inestabilidad, los jueces pueden votar de acuerdo a sus propias preferencias ideológicas.