Sumario: | Bajo la presión de un contexto económico cada vez más competitivo e imprevisible, de un mercado de trabajo polarizado, de crecientes dificultades presupuestarias y de mercados financieros en busca de inversiones rentables, los sistemas de la educación superior tienden a evolucionar hacia una cada vez más grande diferenciación, una mayor flexibilidad, una mayor instrumentalización al servicio de la competitividad económica y, como último punto de convergencia de estas tres tendencias, hacia la privatización mercantil. Poderosos grupos de presión y organizaciones internacionales animan esta evolución creando las condiciones reglamentarias que la facilitan.
|