Es difícil hallar un área geográfica que ilustre mejor el significado de las diferencias de desarrollo económico a escala mundial que la frontera mexicana. Allí, la proliferación de plantas maquiladoras ha permitido que grupos de gerentes y ejecutivos la mayoría hombres maduros vivan en ciudades de Estados Unidos donde pueden mantener el estilo de vida al cual están acostumbrados. Tales grupos cruzan la frontera diariamente para así converger en las maquiladoras con amplios contingentes de trabajadores la mayoría mujeres jóvenes cuyos hogares se localizan en áreas periféricas de centros urbanos como Ciudad Juárez. Las maquiladoras ilustran los efectos de una nueva división internacional del trabajo estratificada de acuerdo a nacionalidad, clase y género.