Este documento presenta algunas reflexiones acerca de la articulación de las problemáticas de género a la agenda del desarrollo desde su origen en los años 70' con el trabajo de Esther Boserup. En la reconstrucción de esta trayectoria intentaré establecer cuáles fueron los puntos enlace con los planteamientos de la teoría feminista y más específicamente con la transición de una preocupación por los orígenes de la subordinación femenina hacia un enfoque centrado de interpretar las formas de dominación (Nicholson, 1995). En segundo lugar me centraré en la articulación de género, medio ambiente y desarrollo sustentable, trilogía que ha tomado un lugar central en las agendas de las agencias de desarrollo en los 90' y que ha introducido nuevamente el debate acerca de la relación entre mujeres y naturaleza. Cabe recordar que durante los 70' la identificación entre mujer y naturaleza era considerada un eje fundamental de la subvaloración de lo femenino en las representaciones culturales (Ortner, 1974). Oposiciones como naturaleza/cultura, historia/ facticidad, conciencia/cuerpo planteadas originalmente en el trabajo de Simone de Beauvoir sirvieron de base para la antropología feminista estructuralista norteamericana para explicar la subordinación universal de las mujeres (Rosaldo, 1974; Ortner, 1974).