Las sociedades que asumen como propio e inherente el modelo capitalista, han abandonado sus conocimientos, y con ello sus formas de vida. En la actualidad especialmente en los países que viven una situación de dependencia y neocolonialismo, esta realidad se expresa de distintas formas, una de las más dramáticas es el proceso de descampesinización, a través de la erradicación de la diversidad de semillas; con la introducción de las semillas genéticamente modificadas, este hecho es una clara expropiación de la memoria colectiva de cientos, quizá miles de años de Historia de las comunidades y pueblos originarios.En este contexto es importante preguntarse qué es lo que hace posible ese paulatino abandono de la memoria y qué es lo que ha permitido que los valores de las sociedades occidentales sustituyan los tradicionales y permeen de tal forma en el mundo.