La violencia es histórica y plural, eso significa que cambia en el tiempo y que su origen proviene de la producción social históricamente determinada, acorde a las condiciones del momento y del lugar. La violencia es cambiante, porque es y tiene historia, porque es parte de la sociedad. Pero también por ser plural, tiene múltiples violencias donde cada una tiene lógicas, actores, motivaciones, tecnologías y disposiciones específicas. En el caso de la violencia del fútbol no se escapa a esta realidad, porque no es igual a las violencias de género, de la mafia o de la frontera; como tampoco es similar a la que ocurre hoy, con la que se desplegó el siglo pasado y mucho menos, con la que tuvo lugar en sus orígenes. La violencia en el fútbol es particular, evoluciona y se modifica.