Recorrer una calle de arriba abajo, fijarse en los letreros que se estampan en los pórticos, caminar como transeúntes ajenos al pulso que mueve el corazón de los habitantes es el ejercicio propio de los viajeros; para los viajeros los nombres son anónimos y si alguna noticia le sugieren se esconde…
Resp. compilado por Hernán Jaramillo Cisneros
Fecha: 2006