Sumario: | En el mundo cerca de 3.000 millones de personas y alrededor de un millón en
Argentina, utilizan biomasa para cocinar. Su combustión es nociva para la salud y el
ambiente. Programas institucionales se ponen en acción para proveer sistemas de cocción
eficientes y seguros a poblaciones vulnerables. Este trabajo busca mostrar una serie de
experiencias que podrían servir de referencia para la formulación de políticas públicas. Las
experiencias han sido identificadas a partir de revisión bibliográfica internacional. Programas internacionales, regionales y nacionales que promueven formas de cocción eficiente han sido analizados en sus objetivos, estrategias y alcances. Estos programas tienden además a favorecer el bienestar de las personas, el desarrollo socio-económico y la mitigación del cambio climático.
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