Sumario: | Se propone que el diseño actual de la globalización, basado en un solo principio, el del comercio libre, ha generado una competencia salarial desleal a escala internacional que atenta contra el bienestar de los trabajadores y tiene graves consecuencias sobre la capacidad de la economía global para generar empleo, inversión y crecimiento. La globalización ha sido asimétrica, porque se ha globalizado la capacidad de las empresas para eludir las cargas salariales y regulatorias, al permitirles abastecer al mercado mundial desde cualquier lugar del planeta donde estas les resulten más ventajosas, sin que se haya globalizado la capacidad de las agencias reguladoras del empleo ministerios de trabajo para regular el empleo y el salario, o de los sindicatos para presionar a favor de los trabajadores. Se argumenta además, porqué la OIT no contribuye, ni podría contribuir a evitar este problema global. Es necesario, por tanto, cambiar el diseño institucional de la globalización para evitar la competencia salarial desleal. Las alternativas pasan por rediseñar los tratados comerciales incluyendo instituciones rectoras del trabajo asociadas a los tratados comerciales que sean vinculantes, por incorporar a los trabajadores y el diálogo tripartito en las negociaciones de los acuerdos comerciales y por construir un sistema arancelario móvil que penalice la competencia desleal salarial.
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