Sumario: | Se pasa revista a tres textos hagiográficos debidos a Leoncio (s. VII), en los que son
presentados como modelos tres personas diversas: Simeón, un ex-anacoreta que
vuelve a la ciudad y, por humildad, se hace pasar por loco y nos enseña que la
sociedad requiere de una presencia activa del homo religiosus, quien sin soberbia
ni pedantería debe poner sus virtudes al servicio de todos; Juan, un obispo
alejandrino que ejerce su poder político y espiritual guiado por la misericordia
y, en particular, por la limosna, aplicada a la justicia, la actividad económica,
las necesidades sociales; Espiridón, un obispo chipriota que es a la vez pastor y
destaca el culto divino pero también enseña al pueblo, con su ejemplo de vida
y con los milagros, el ejercicio de la virtudes, la solidaridad, la honestidad, la
caridad. El ejemplo de estos santos medievales exhorta al clero, a los fieles laicos y
a los gobernantes a encarar su vida personal con criterios evangélicos como base
necesaria para poder enseñar a otros y beneficiar a la sociedad.
|