Sumario: | Las tierras secas se caracterizan, entre otras cosas, por presentar precipitaciones
escasas y suelos con insuficiente agua. En estas regiones, la producción agrícola depende
del riego sistematizado que transforma los ecosistemas naturales en áreas irrigadas
cultivables, tal como ocurre en la región de Cuyo, en el centro-oeste de Argentina.
Aunque estos territorios constituyen el soporte de la mayoría de la población, frecuentemente
se asocian con procesos de degradación. Una de las principales consecuencias
de la agricultura no sustentable es la salinización del suelo, la cual se produce a causa del
reemplazo de la vegetación nativa perenne de raíces profundas por cultivos anuales de
raíces poco profundas o bien como consecuencia del riego excesivo y la falta de drenaje
adecuado. La salinización constituye un problema a escala mundial, dado que reduce la
productividad de grandes áreas cultivables, disminuye el valor de la tierra y conduce a
su abandono. En este contexto, la restauración de ecosistemas representa un abordaje
estratégico para revertir la degradación de estas tierras, recuperar servicios y promover
la conservación de ecosistemas áridos a escala regional. En este trabajo se revisan los
factores, tanto aquellos vinculados con el medio biofísico como los determinados por las
actividades antrópicas, que fueron asociados con la salinización en distintas regiones,
así como las medidas implementadas para rehabilitar estos ambientes. Asimismo, se
revisa la terminología vinculada con la práctica de la restauración y se propone una
alternativa apropiada para explorar este abordaje en Cuyo: la restauración productiva
con especies del género Prosopis.
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