Sumario: | Se abordan en este artículo, en primer término, las potencialidades del medio natural difícil y limitante, con sus rasgos patagónicos. Son elocuentes las alternativas de la repartición de tierras, con sus notas de desigualdad y latifundios, ajena a los principios colonizadores y pobladores. La privatización de las tierras públicas de Malargüe, iniciada en 1902 mediante la ley 248 -ampliamente permisiva en cuanto a precios de los terrenos, residencia e inversiones previas- es fuente primigenia de los conflictos por la propiedad del suelo que tanto han afectado hasta hoy a sus ocupantes tradicionales, los puesteros (alrededor de 1.300 en el departamento).
Hasta 1988, fecha en la que se procede a la revisión y actualización del catastro de Malargüe, los cambios en la estructura de la propiedad no han provocado una transformación relavante del sistema latifundista originario, a sí como tampoco de las formas tradicionales de tenencia y explotación, aunque se advierte en el catastro un grupo apreclable de propiedades pequeñas y medianas -por debajo de 10.000 hectáreas a tenor del potencial medio de las tierras malargüinas- y la introducción de nuevos titulares -determinadas sociedades anónimas, por ejemplo- con estrategias e intereses distintos a los habituales de la zona. También ha habido numerosas parcelaciones y loteos.
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