Sumario: | En el presente artículo se analiza en forma crítica la noción de objetividad científica. Para ello, se parte de la distinción entre ciencias naturales y ciencias sociales, a fin de mostrar que no existe ninguna diferencia esencial entre ambas categorías y que precisamente el sentido común sin fundamento alguno, atribuye el concepto de objetividad solo a las primeras. Es posible encontrar el origen de este error en el concepto económico de valor, por medio del cual la modernidad fue perfilando la idea de objetividad científica en estrecha conexión con los intereses económicos de la burguesía. Por el contrario, si algún sentido tiene todavía continuar hablando del objeto de la ciencia, es desde la perspectiva hermenéutica del existir humano, tal como ha sido desarrollada por el filósofo alemán Martin Heidegger.
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