Sumario: | La necesidad de perpetuarse en la memoria de los hombres no es una actitud exclusiva del hombre moderno. Lida de Malkiel argumentó la presencia de la idea de la fama desde la Antigüedad y durante la Edad Media, para demostrar que este sentimiento no era patrimonio del hombre renacentista. El programa de vida que diseña el humanismo y que está presente en la literatura colonial conduce a una suerte de élite auspiciada en todos los órdenes y, por supuesto, en el arte de la guerra. La consigna máxima del Renacimiento es la gestación de un "nuevo mundo" a partir de la recuperación de todas las actitudes de la Antigüedad; esta es la razón por la que se reprodujera la ejemplaridad de los héroes épicos en el mundo literario de la Nueva España y de que Balbuena trajera a colación el ya olvidado héroe clásico de las gestas españolas contra los moros.
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