Sumario: | Desde su llegada a Cuyo en el siglo XVIII, la Virgen de la Carrodilla estuvo vinculada con los trabajadores rurales. Primero en las fiestas populares de los cosechadores y después en la Fiesta de la Vendimia con su incorporación al protocolo oficial; al tiempo que fue declarada “Patrona Celestial de los Viñedos" en 1938 por Monseñor Verdaguer. Este trabajo relata la historia de su devoción, que nace en España, en la sierra aragonesa, donde su imagen fue encontrada por unos carboneros en el siglo XIII y, posteriormente su llegada a las tierras cuyanas, para convertirse en una figura identitaria de Mendoza y la vitivinicultura. Se repasa la resignificación de la devoción en el marco de los cambios históricos, sociales y culturales y, también los cambios iconográficos hasta su vinculación al mural compuesto Coronación de la Virgen de la Carrodilla, obra que conforma su representación.
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