Sumario: | El derecho a un parto seguro y digno debería ser reconocido como un derecho universal de la mujer. La mamá y el bebé protagonizan este proceso y los deseos y sentimientos de la madre deben estar en primer lugar. El parto no es seguro cuando los deseos de la madre toman un segundo lugar frente a las rutinas de quienes asisten el parto. Actualmente los procedimientos y tecnologías utilizados, pueden tornarse peligrosos y humillantes ya que atentan contra los derechos básicos de las mujeres y los niños. Si bien el equipo de salud debe poseer conocimientos científicos, competencias y responsabilidad profesional, durante el proceso de trabajo de parto y hasta el nacimiento del bebé, también debe acompañar esta etapa con una actitud que respete la autonomía de cada embarazada en particular, su cuerpo, su privacidad y estado emocional, como así también su cultura, elevando, reforzando y manteniendo la autoestima de cada embarazada, apuntando a un parto humanizado y promoviendo a éste como un hecho positivo en la vida de cada mujer. Este trabajo de investigación tiene como objetivo determinar qué grado de información sobre los derechos de la embarazada poseen las mujeres asistidas en sala de partos del Hospital Diego Paroissien y el equipo de salud de sala de parto de dicho hospital y en qué medida son aplicados.
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