Sumario: | El desarrollo de la agricultura en el mundo involucra distintos modelos de producción. El esquema predominante responde a la aplicación de un paquete tecnológico. Este modelo agrícola convencional, si bien ha permitido incrementar los rendimientos de cosecha, no ha sabido considerar los impactos negativos que produce sobre el medio. En este punto se destaca el empleo desmedido de fertilizantes químicos, asociado a la eutrofización de cuerpos de agua, disminución de las principales reservas de nutrientes, inmovilización de nutrientes en el suelo con los consecuentes desbalances en cultivos, aumento de los costos de producción, entre otros. En un contexto de desarrollo sustentable surge el concepto de biofertilización, a partir del estudio, conocimiento y utilización de diversos microorganismos que actúan como Promotores del Crecimiento Vegetal. En la provincia de Mendoza, uno de los elementos que más limita el desarrollo de los cultivos es el fósforo, siendo por ello aplicado al suelo a partir de fuentes externas. El presente trabajo se focalizó sobre el estudio de las Bacterias Solubilizadoras de Fósforo, en particular aquellas capaces de solubilizar las formas inorgánicas del elemento. Se trabajó para ello, de forma comparativa, con un suelo implantado con tomate para industria (Solanum lycopersicum L.) y un suelo sin cultivar, localizados en Chacras de Coria, departamento Luján de Cuyo, Mendoza. En tres momentos fenológicos del ciclo del tomate se tomaron muestras de suelo de ambos sitios. Se determinó la presencia de Bacterias Solubilizadoras de Fósforo, el número de unidades formadoras de colonia y se aislaron las formas predominantes para realizar pruebas de eficiencia. Se midieron los índices de solubilización en placa de cada cepa aislada, aquellas que presentaron los valores más altos fueron seleccionadas para realizar pruebas de solubilización en medio líquido. Durante la maduración de frutos se encontró mayor cantidad de bacterias solubilizadoras que en el momento de floración, lo que es coincidente con la mayor demanda del cultivo. En ninguna etapa se hallaron diferencias significativas entre los sitios cultivado y no cultivado respecto a dicha variable. El porcentaje de Bacterias Solubilizadoras de Fósforo respecto a las bacterias aerobias mesófilas totales se incrementó de floración a maduración. La etapa de trasplante debió analizarse como un caso particular, donde el riego y los aportes de materia orgánica resultaron determinantes en la dinámica poblacional microbiana. En floración, se aislaron 33 cepas solubilizadoras, mientras que en maduración se obtuvieron 50. En ambos momentos fenológicos 9 cepas presentaron índices de solubilización mayores a 2, de las cuales 8 correspondieron a muestras de suelo cultivado y sólo una a suelo no cultivado. En trasplante, se aislaron 50 cepas, de las que sólo una presentó un índice de solubilización elevado. De las 19 cepas seleccionadas, hubo tres con una capacidad sobresaliente para solubilizar fósforo en medio líquido. Todas las cepas aisladas fueron conservadas en un cepario en freezer, en medio de cultivo adicionado con glicerol. Se sugiere realizar la identificación de las cepas y efectuar ensayos de bioinoculación con aquellas que reportaron mayor eficiencia.
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