Sumario: | El proceso de digitalización musical, que expandió a escala global la escucha cotidiana de música, dio lugar también a expectativas democratizadoras en torno de la producción musical. En especial, la noción de “La Larga Cola" desplegada por Chris Anderson (2007) planteaba que el nuevo modelo de negocios de la digitalización musical facilitaría la proliferación de minúsculas tiradas de obras musicales distintas gracias al abaratamiento de los procesos editoriales, lo que representaría, más temprano que tarde, una invalorable oportunidad para la música independiente. Con intención de establecer una crítica sobre este planteo, nuestro trabajo propone, por un lado, revisar qué se ha efectivamente modificado del proceso de edición musical tras la digitalización; por otro, analizar distintos datos y estadísticas disponibles sobre el mercado de música digital a escala global pero también en América Latina. Concluimos que, en primer lugar, si bien la digitalización ha expandido como nunca antes la escucha musical, esto no ha redundado en una transformación sustancial de los procesos editoriales; en segundo, que los datos empíricos disponibles no permiten sostener un proceso de democratización musical que transforme significativamente las posibilidades de la música independiente sino una consolidación, bajo nuevas formas, del modelo previo de grandes “hits".
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