Sumario: | Los organismos estatales agrarios tienen larga historia en Argentina. El Departamento Nacional de Agricultura, creado en 1871, será transformado en Ministerio en 1899, y verá sustancialmente incrementados sus recursos en los inicios del siglo XX. Ese recorrido marca un progresivo avance del accionar gubernamental en la conformación de un corpus de saberes útiles para el avance tecnológico, y en la difusión del mismo a través de recetas prácticas y accesibles. El objetivo, sin dudas, buscaba promover la pequeña y mediana explotación agrícola actuando en forma complementaria al accionar privado, y se constituía en continuidad y ampliación de la política de tierras preconizada desde mediados del siglo XIX y plasmada por ejemplo en la Ley Avellaneda. Pero el contexto crítico posterior a 1914, y el cambio de gobierno de 1916, conspiraron contra la continuidad de los proyectos, limitándose las asignaciones presupuestarias y desarticulándose diversos grupos de trabajo. Esa discontinuidad afectó la eficacia del gasto, y, en un rubro y un momento particularmente sensibles a los cambios, buena parte de la tarea realizada previamente pronto perdió utilidad. En este trabajo aún preliminar presentamos algunos datos y avanzamos algunas hipótesis en torno al papel desempeñado por distintas oficinas gubernamentales ligadas al fomento agrario y el desarrollo tecnológico entre el final del siglo XIX e inicios del XX, buscando captar ciertas líneas maestras de su accionar y dimensionar el impacto que tuvieron en su momento, cuando los avances de la expansión agrícola parecían estar fuera de cualquier posibilidad de racionalización.
|