Sumario: | Con La luna ha muerto, Iverna Codina escritora chileno-argentina inicia
un camino de búsqueda del sentido de su obra y de su responsabilidad social como novelista. Parte del axioma de que la literatura es
expresión de la vida humana, una vida que siempre es lucha y agonía.
En una estructura ramificada de trama y cotramas, los personajes -
Claudio, Valentina, Ariel, Marcelo, Felipe y otros, todos artistas- se
cuestionan permanentemente acerca de su destino personal, pero también
sobre las distintas formas de encarar la literatura y el arte. En
estos dilemas es evidente la influencia de La gaviota de Chejov. Las
indagaciones existenciales de los personajes -diversas según la personalidad
de cada uno- se manifiestan por medio de las peripecias narrativas,
del diálogo entre personajes y de los símbolos de la luna y del
ascenso al Aconcagua. Por su parte, la novelista, en su propia búsqueda,toma la decisión de ser una escritora comprometida con el ser
humano sufriente, como su personaje Valentina.
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