Juan José Saer – Ricardo Suspisiche: cruce de lenguajes para la creación de un espacio

Una experiencia vivida y comentada por el propio Suspisiche -pintor del litoral santafecino- y la frecuentación de los textos saerianos abren la posibilidad de este trabajo que pretende un acercamiento al cruce de lenguajes entre las obras de ambos. Cada uno desde su propia estética genera un espaci...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Coutaz de Mascotti, Mirtha, Zobboli, Marta
Formato: Artículo
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Filosofía y Letras. Centro de Estudios de Literatura de Mendoza 2003
Materias:
Acceso en línea:http://bdigital.uncu.edu.ar/681
Descripción
Sumario:Una experiencia vivida y comentada por el propio Suspisiche -pintor del litoral santafecino- y la frecuentación de los textos saerianos abren la posibilidad de este trabajo que pretende un acercamiento al cruce de lenguajes entre las obras de ambos. Cada uno desde su propia estética genera un espacio que trasciende la referencialidad para convertirse en una poética, pero también en una verdadera cosmovisión. Las obras de Saer van develando su concepción de la literatura y del mundo, concepción según la cual la realidad es huidiza, imposible de aprehender. Esta certeza conduce su proceso de escritura. aporta sus tópicos recurrentes que no son más que la insistencia desesperada por comunicar las propias percepciones. De la pintura de Suspisiche, dijo el crítico Taverna Irigoyen: "es un paisaje que pareciera entregársele fácilmente, y cuando lo va a hacer suyo, a penetrarlo, se convierte en un espejismo inatrapable". ¿Cómo resuelven ambos. en la superficie textual. esa desconfianza en la posibilidad de instaurar sus universos? Por el camino del lenguaje, por la experimentación con que pueden transformar, superponer, reiterar, hasta crear un significado. Nuestro trabajo trata de demostrar cómo ambos evolucionan hacia la esencialidad que se logra por la progresiva supresión de lo accesorio, el abandono del pintoresquismo y una praxis que exige técnicas cada vez más rigurosas. Para el/o ese analiza el proceso de productividad de esos espacios que envuelven el trayecto vital del hombre y son uno con él, no por afinidades psicologistas. a la manera romántica, sino fatalmente, por impregnación. por simbiosis, por acoplamiento. No es el hombre el que se apropia del paisaje. es el espacio el que lo contiene. y permite al artista. desde adentro. una mirada que no es sólo recreación estética. sino ideología. en el sentido de visión del mundo.