Sumario: | El origen del fideicomiso moderno se encuentra en la fiducia o fidecommissum del Derecho
romano, una institución creada en el marco del derecho sucesorio y al amparo de una pieza clave
del modelo, la relación de confianza. Así, el fiduciante encargaba al fiduciario la entrega de un
patrimonio hereditario concreto a una persona, el fideicomisario. Para constituir un fideicomiso no
existió, en principio, requisito alguno de forma: bastaba la voluntad del fiduciante y la aceptación
del fiduciario. Si la relación de confianza se quebraba, el fiduciante podía revocar el fideicomiso en
cualquier momento. Como inconveniente, si el fiduciario hacía mal uso sobre el patrimonio,
resultaba muy difícil a las partes reclamar. Con la llegada del Imperio, se trató de solventar este
último problema creando una jurisdicción especial de pretores fideicomisarios encargados de velar
por el cumplimiento preciso de la voluntad de los fiduciantes.
En la actualidad, existe un marcado vacío normativo ya que no se menciona en la Ley no
24.552/95 de Concursos y Quiebras la figura del Fideicomiso, la cual se encuentra regulada en la
Ley 24.441. En la misma se determinan:
- Concepto de Fideicomiso.
- Los sujetos que lo conforman.
- Las características del mismo.
- Los tipos de Fideicomisos contemplados.
- Breve referencia a la relación de los Fideicomisos con los Procesos Concursales. (art 15 y art. 16)
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