Sumario: | En las dos últimas décadas, en América Latina, la problemática de la evaluación y
acreditación universitaria ha adquirido un rol fundamental en el aseguramiento de
la calidad educativa a partir de las autoevaluaciones voluntarias, a nivel regional -en
el sentido de zonas que abarcan las jurisdicciones internacionales-, nacional e
intrainstitucional (Brunner, 1997, Martínez, 1997a, 1997b; Fazio, 1998; Lemaitre
2005, 2007a, 2007b, 2010; Mollis, 1999b; Villanueva, 2004, 2005, 2008a, 2008b y
Lamarra, 2004, 2010a, 2010b). Indicador de esto es el surgimiento, desde 1998 al
2009, de agencias, redes, organismos y mecanismos regionales destinados a evaluar
y acreditar carreras, instituciones y hasta los propios sistemas de evaluación y
acreditación implementados en la región. Durante dicho periodo, el interés no solo se
focalizó en el ejercicio evaluativo sino, también, en promover instancias de
capacitación, intercambio e investigación evaluativa sobre el tema, a los efectos de
contribuir a la mejora y/o innovación en el área de la evaluación y acreditación
universitaria (Lemaitre 2005, 2007a, 2007b, 2010; Pires y Lemaitre, 2008). Como
ejemplo de esto, la Organización de los Estados Americanos -OEA-, la Red
Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior
(RIACES) y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria
(CONEAU), organizaron el Primer Curso Internacional de Formación y
Actualización en Procesos Regionales de Evaluación y Acreditación de la calidad de
la Educación Superior en Buenos Aires, Argentina, durante el mes de marzo de
2010.
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