Sumario: | Este trabajo consta, fundamentalmente, de dos partes bien diferenciadas.
En la primera, se ubica al poeta Osvaldo Horacio Dondo (1902-1962) en
el marco de las letras argentinas, cosa que se juzga necesaria, ya que
hasta la década del 60 estuvo en la alta estima de muchos, pero luego cayó
en el olvido generalizado. Su lugar es peculiar y representativo de aquellos
que, habiéndose iniciado en el martinfierrismo, luego siguieron diversos
derroteros; en este caso, el de la llamada vanguardia católica. Dondo es en
sí mismo digno de ser considerado, como atestigua la autoridad de un Ara y
la de un Aguirre, dos de los principales antólogos de la poesía argentina.
El rescate de este autor será hecho, por un lado, teniendo en cuenta
las antologías en tanto contracara ineludible de la historia de la literatura,
de acuerdo con el ya canónico artículo de Alfonso Reyes (1952). Por otro
lado, en la segunda parte, se ensaya un abordaje de su escritura desde
el ángulo de la lectura como fenómeno complejo, que en cierta medida
constituye un rasgo esencial del homo faber, además de actuar a modo de
clave de interpretación de sus textos, especialmente los tardíos.
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