Sector empresarial y estrategias de formación laboral

En las últimas décadas la trama vitivinícola argentina ha sufrido profundos cambios estructurales como resultado de la incorporación de nuevas tecnologías productivas y organizacionales, la entrada de inversiones directas y el impulso sostenido que diferentes actores empresariales e institucionales...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Montaña, Claudio
Otros Autores: Pol, María Albina
Formato: info:eu-repo/semantics/bachelorThesis
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales 2012
Materias:
Acceso en línea:http://bdigital.uncu.edu.ar/5986
Descripción
Sumario:En las últimas décadas la trama vitivinícola argentina ha sufrido profundos cambios estructurales como resultado de la incorporación de nuevas tecnologías productivas y organizacionales, la entrada de inversiones directas y el impulso sostenido que diferentes actores empresariales e institucionales han dado al sector. Mendoza, es un territorio emblemático en relación con la actividad vitivinícola, no solo porque casi el 70% de la producción y más del 40% de las exportaciones de vinos del país corresponden a nuestra provincia, sino porque la vitivinicultura dinamiza varias actividades económicas: madera, metalmecánica, petroquímica, entre otras (IDITS, 2005). El sector vitivinícola provincial se ha visto fuertemente determinado a lo largo del tiempo por los distintos modelos económicos prevalecientes en el país. A partir de comienzos de la década de los 90 las políticas neoliberales basadas en el aperturismo, la desregulación y los fuertes incentivos a las importaciones y a la inversión directa, dieron paso a una dinámica de reestructuración y fuerte crecimiento de la actividad. Después del proceso recesivo de 2001 y la posterior devaluación de 2002, se inicia en el 2003 otro modelo económico con un tipo de cambio competitivo favoreciendo las exportaciones, dando incentivos a los distintos sectores de la industria nacional y resguardándola de las crisis financieras internacionales, sin olvidar las políticas de promoción y sostenimiento del empleo y su correlato en un incremento sostenido del trabajo registrado, circunstancias que han servido a la vitivinicultura para afianzar su desarrollo, diversificar sus productos y potenciar la inserción de los mismos en los mercados internacionales.