Sumario: | Debemos preguntarnos si a nivel municipal la participación política (Saez de Salassa, 1984) estatal es suficiente para dar satisfacción a las necesidades colectivas locales.
La experiencia histórica, propia y ajena, nos demuestra que por sí sola la gestión municipal de los intereses locales es insuficiente. De allí que propendamos a un concepto más amplio de participación, a la cual calificamos de social y en la que incluimos a la participación política propia de los regímenes democráticos, que se materializa a través de los partidos políticos, del sufragio y de formas de democracia semidirecta (plesbicito, referendum, etc.).
Sin cuestionar la esencia del régimen democrático, creemos que la participación ciudadana a través del sufragio, de los partidos políticos o de formas de democracia
semidirecta, es insuficiente y debe complementarse con otras formas de participación que nacen del pluralismo social y del principio de subsidiaridad.
A nivel municipal propiciamos la definitiva institucionalización de la participación vecinal y sectorial, que deben ser promovidas a fin de lograr una auténtica democracia local (Hernández, Antonio María, 1985).
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