Sumario: | Ante un contexto signado por reformas educativas, demandas de pluralismo y
atención a la diversidad, nos enfrentamos al cambio paradigmático de lo
organizacional, lo que implica una revisión profunda del modo de gestión de las
instituciones en los distintos niveles educativos. La escuela, inmersa en un
contexto de cambios acelerados tanto científicos como tecnológicos, y
continuamente demandada por una sociedad cada vez más heterogénea y
pluralista, debe adaptarse a estos cambios y dar una respuesta efectiva.
La escuela inclusiva es una alternativa válida tanto desde sus principios como
en sus procedimientos, hacia la apertura a la diversidad de la población en
edad escolar.
En tal sentido, el desarrollo de una gestión educativa basada en la
descentralización; la sustitución de la programación de detalle por la
orientación estratégica; el “achatamiento" de la jerarquía; la desburocratización;
el trabajo en equipo y la democratización en la toma de decisiones.
Desde tal perspectiva, en este trabajo se plantean una serie de
consideraciones a tener en cuenta en todo proyecto de inclusión escolar desde
la gestión, que podrían contribuir al análisis de la capacidad de inclusión de la
escuela actual, en sus diversas dimensiones: pedagógica, administrativa,
organizativa y comunitaria, y para la puesta en práctica de un modelo
Curricular, desde una gestión participativa.
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