Estudio y trabajo

Vivimos en una época caracterizada por el constante cambio en todos los ámbitos en que se desarrolla el hombre. Podríamos decir que el cambio ha pasado a ser parte de las mismas estructuras. El estilo de vida ha cambiado, día a día, hombres y mujeres se enfrentan a un mundo lleno de exigencias y pre...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Marsollier, Roxana Graciela
Otros Autores: Aparicio, Miriam
Formato: info:eu-repo/semantics/doctoralThesis
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Filosofía y Letras 2009
Materias:
Acceso en línea:http://bdigital.uncu.edu.ar/5072
Descripción
Sumario:Vivimos en una época caracterizada por el constante cambio en todos los ámbitos en que se desarrolla el hombre. Podríamos decir que el cambio ha pasado a ser parte de las mismas estructuras. El estilo de vida ha cambiado, día a día, hombres y mujeres se enfrentan a un mundo lleno de exigencias y presiones, más competitivo, donde hay menos comunicación humana y mayor individualismo, apabullado por la sociedad de la información y los avances tecnológicos, entre otros aspectos. Esta situación, provoca en el sujeto una sensación de incertidumbre y sobrecarga emocional que va socavando muchas veces las creencias, las expectativas, las esperanzas. En estos escenarios es factible que se manifiesten progresivamente el agotamiento, la apatía, la indecisión, el desinterés, la falta de concentración, la disminución de la actividad, etc. Y más aún, que éstas manifestaciones no desaparezcan con el descanso periódico. Si nos centramos en el análisis del mundo laboral, lo primero que podemos observar es que el desgaste profesional o laboral afecta hoy en día a los trabajadores, prácticamente, en todos los ambientes de trabajo. No obstante, ante los múltiples estresores laborales, los sujetos son más o menos vulnerables al desgaste en función de una serie de condiciones que tienen que ver con características de su personalidad, edad, sexo, nivel de instrucción, situación laboral y de su relación con los otros (compañeros, jefes, etc.). Pero, además, hay una serie de factores psicosociales que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidos, factores que están mediando la relación sujeto-mundo del trabajo y que influyen significativamente en la respuesta que éste dé al entorno. A través del presente estudio, nos proponemos analizar la relación que existe entre la educación y el trabajo a partir del análisis de la interacción de determinados factores de índole educativa, psicosocial y organizacional, en sujetos reales insertos en el mundo laboral. Es nuestra ambición conocer qué tipo de relación existe entre algunos factores psicosociales vinculados en la teoría a logro y bienestar en las organizaciones, pero también conocer si el hecho de haber alcanzado un mayor nivel de instrucción acompañado de un status ocupacional no acorde a la formación recibida, está asociado a un bajo nivel de bienestar entre nuestros universitarios. Esto nos lleva a plantearnos otros interrogantes: ¿los sujetos más educados son menos vulnerables en situaciones adversas?, ¿han desarrollado más las competencias sociales exigidas por el mundo laboral? Y en el caso de que existan diferencias, ¿cuál es el papel de la educación? ¿Y de las instituciones? ¿Pueden algunas estrategias de formación continua coadyuvar, afianzar, consolidar y/o generar estas competencias? De hecho, no se nace con ellas, se forman y es responsabilidad de las instituciones.