Sumario: | A pesar de las propensiones teatrales de un "yo" particularísimo,
vital y expresivo, de la concepción de la propia vida, Mansilla refleja, en
Una excursión a los indios ranqueles, el mundo completo del indio ranquel,
cuya presencia se iguala a la suya y se proyecta sobre los lectores a través
de imágenes del presente y del porvenir.
La intención de observarlo todo con sus propios ojos, la propia valoración
y la del "otro", la ambición literaria y sobre todo, el planteo de la
problemática del indio desde una postura distinta y en un espacio textual
abierto a la reflexión y a la polémica, justifican, entre otras causas, el viaje
a Tierra Adentro. Plasmada discursivamente, la valoración positiva o negativa
de la cultura ranquel da lugar a un relato con un enorme peso
referencial, aunque dosificado, fuente de información inagotable, aunque
ficticia, sobre el indio, su cultura y sus valores. Las manifestaciones culturales
que observa (normas, objetos, valores) son conocidas y comprendidas
dentro del contexto cultural concreto donde se dan, con su significado
propio.
Su visión, presentada explícitamente o no en el texto, se evidencia
hacia el final, en el epílogo. Su pensamiento sugiere una actitud humanitaria
y moderna para su época, aunque contradictoria. La posición del autor,
la toma de partido se articula en contraste oscilante con la concepción
general del país de eliminación de las culturas autóctonas y de extensión
de las fronteras.
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