Sumario: | El ritmo de crecimiento de la población mundial es observado en general
desde una perspectiva negativa, basada en argumentaciones económicas
o ecológicas. El temor a la sobrepoblación, que comenzó a difundirse cuando
la humanidad alcanzó los mil millones, con frecuencia fue potenciado hasta
la categoría de alarmismo, especialmente en ocasión de la incorporación
de mil millones más, y desde entonces se traduce en el propósito de frenar
el crecimiento, generalmente con medidas antinatalistas. A principios del
siglo XXI, ante el fenómeno de la reducción planetaria de las tasas de
crecimiento, se perfila un nuevo alarmismo por infrapoblación, que coexiste
sin embargo con un alarmismo por sobrepoblación.
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