Sumario: | La categoría de la diferencia ha sido desde siempre puesta en relación dialéctica con la categoría de la igualdad, como objetivo social a conseguir o hacia el cual tender. A pesar de los esfuerzos de los Estados y de las instituciones en esta dirección, se asiste a una continua marginación que golpea a algunos sectores de la población (inmigrantes, discapacitados, ancianos…). Por esto nos preguntamos: ¿es correcto, en el pensamiento que guía las investigaciones, las acciones educativas y sociales, contraponer diferencia e igualdad? ¿Existe alguna otra forma de interrogarnos sobre las diferencias? Escuchamos, en el trabajo cotidiano de los profesionales de la educación y de la salud que hay una urgencia: hace falta encontrar prácticas que conduzcan a vivir mejor, a hacer del Encuentro el centro del propio trabajo. Con esta contribución deseo poner sobre la mesa una de las diferencias que están en la base de nuestro ser en el mundo, la lengua madre, a partir de una experiencia concreta con las familias inmigrantes. El deseo de contribuir a la creación de un pensamiento de la mediación cultural que nos invite al encuentro con las diferencias, propias, y aquellas de los demás, es la piedra angular de este escrito.
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