La Ilíada

Todos los poemas épicos, posteriores a la Ilíada y la Odisea, no son sino imitaciones de estos. Homero, al componerlos, no siguió otras leyes que las de la razón, y las leyes de la razón se reducen a una sola, o sea de que no haya nada que no encuentre en la obra misma una solución satisfactoria. Na...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Capello, Francisco
Formato: Artículo
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Lenguas y Literaturas Clásicas 1944
Materias:
Acceso en línea:http://bdigital.uncu.edu.ar/4285
Descripción
Sumario:Todos los poemas épicos, posteriores a la Ilíada y la Odisea, no son sino imitaciones de estos. Homero, al componerlos, no siguió otras leyes que las de la razón, y las leyes de la razón se reducen a una sola, o sea de que no haya nada que no encuentre en la obra misma una solución satisfactoria. Nada debe haber en la obra de arte, dice Aristóteles, que no tenga su por qué; pero nunca ha de mostrarse la deliberación, así como no se demuestra en las obras de la naturaleza.