Sumario: | En el contexto de la crisis socioeconómica que está sufriendo el país se advierte, en estos primeros años del siglo 21, tanto en las cifras oficiales como por la “insistencia" mediática, un crecimiento sostenido en la Argentina del total de delitos cometidos. Si se hace un poco de memoria se recordará que, por lo menos en Mendoza, el punto de inflexión en que la capital provincial pasó de ser la tranquila ciudad principal del oasis norte de la provincia, a una ciudad con las características de inseguridad y violencia propias de las grandes urbes tercermundistas (México D.F., Sao Paulo), parece ubicarse aproximadamente a mediados de la década del 1990.
Las razones y el momento en que ocurren ciertas situaciones, como las crisis económicas o el aumento del delito, no se debe al azar y a cuestiones aleatorias. Las situaciones que se viven hoy día son efecto de otras que han sucedido en el pasado, reciente o remoto. Es el fin de las ciencias sociales darle un sentido a lo que de otra manera aparecería como caótico, buscando las causas que operan en el trasfondo y que determinan cómo suceden los fenómenos y cuándo. Si se acepta lo anterior resulta importante, entonces, estudiar desde una perspectiva sociológica las causas de la criminalidad y su aumento en la ciudad de Mendoza. Sólo de esta manera se podrá mejorar la comprensión del fenómeno, para actuar “técnicamente" sobre él desde las políticas de Estado y para predecir, desde las teorías criminológicas, el desarrollo futuro probable.
Se parte de la idea de que uno de los grandes defectos de todos los partidos políticos argentinos, y de los gobiernos de turno, es la falta de acuerdo o de ideas para desarrollar e implementar políticas estratégicas de Estado a largo plazo. Se intentará que este trabajo, aunque se ocupe del tema concreto del delito en Mendoza, igual refleje la importancia dada a que existan políticas de Estado y de que éstas se basen sobre marcos conceptuales coherentes.
|