Sumario: | En el paradigma clásico, los efectos biológicos de la radiación ionizante se atribuyen
al daño en el ADN inducido en cada célula irradiada. La demostración de efectos de
vecindad causados por radiación ionizante (EVIR) ha generado un cambio profundo
en la concepción actual de la radiobiología. Los EVIR son aquellos efectos causados
por la radiación que se producen en células que no han sido irradiadas. Diversos
avances técnicos, en particular el empleo de microhaces, han permitido estudiar los
EVIR in vitro. Se conocen dos vías por las cuales las células irradiadas pueden
comunicarse con las no irradiadas, a saber: mediante uniones especializadas (nexos)
que comunican los citoplasmas de células adyacentes, y mediante la secreción de
factores solubles al medio extracelular. Estos factores incluyen varias citokinas y
especies reactivas del oxígeno y nitrógeno. Las vías de señalización en las células
afectadas involucran en particular la activación de proteína kinasas activadas por
mitógenos (MAPK) y del factor de transcripción NFciclooxigenasa
2, sintasa de óxido nítrico 2 y NAD(P)H oxidasa. Los EVIR pueden
causar mutaciones puntuales y cambios epigenéticos. Los efectos sobre las vías de
señalización pueden persistir indefinidamente e incluso transmitirse a la
descendencia. Paradójicamente, en ciertas condiciones los EVIR pueden ser
adaptativos, es decir que tornan a las células afectadas más resistentes a la
radiación. La adaptación exige síntesis de proteínas y mejora la capacidad celular de
reparar el ADN y resistir el estrés oxidativo. Los EVIR también se han demostrado in
vivo. Por tanto, pueden tener implicaciones importantes en radioterapia, tanto para
mejorar la eficacia terapéutica como para reducir la incidencia de efectos adversos.
Asimismo, su mejor conocimiento puede influenciar las normas internacionales de
radioprotección.
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