Sumario: | La industria vitivinícola genera efluentes
sólidos y líquidos en cantidad apreciable. Los
sólidos son aprovechados en distintas aplicaciones
e inclusive tienen valor comercial.
En cambio, los líquidos pueden originar problemas
cuando es necesario decidir cómo
desecharlos o transformarlos en desechables.
En Mendoza (Argentina), es común enviarlos
después de su decantación a cauces y campos
abiertos. En ambos casos aparece un
serio riesgo de contaminación.
Visto que generalmente se desconoce
la composición de tales efluentes, este trabajo
pretende caracterizarlos físico-químicamente
en el período de elaboración de vinos,
determinando: pH, conductividad eléctrica,
DBO, DQO, cloruros, sulfatos, carbonatos
y bicarbonatos, calcio, magnesio, sodio
y potasio. La calidad de los efluentes varía
notablemente con el agua empleada en los
lavados, que aporta mayoritariamente
aniones y cationes. Cuando el agua de lavado
es abundante, los valores de pH, DBO
y DQO de los efluentes permiten su eliminación
junto con otros residuos cloacales o en
campo abierto.
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