Sumario: | El delito contra la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes es una grave forma de violencia en la que un adulto abusa de su poder y provoca un serio daño a un menor de edad. Este tipo de delitos no es un problema actual. A lo largo de la historia se puede ver que, en ciertas civilizaciones antiguas, era un tema aceptado e incluso elogiado.
Aun cuando este abuso constituye un problema que ha ido en aumento en el mundo y que es una de las peores formas de violencia contra la niñez y adolescencia, es frecuente que no se denuncie. Además, como muchas veces este abuso no deja marcas físicas visibles, depende de que los menores de edad hablen con alguien para saber qué ocurrió. Asimismo, se estima que la mayoría de los abusos sexuales a menores de edad se dan en el ámbito familiar, lo que produce sentimientos contradictorios en torno a la confianza, a la protección y al apego que tienen con los miembros de su familia.
En el caso de Argentina, aunque no existen datos oficiales sobre abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, se estima que las cifras son similares a las altas cifras mundiales. Los datos son alarmantes y dan cuenta de que el abuso sexual representa una problemática que afecta fuertemente a la niñez y la adolescencia en todo el mundo y que, lamentablemente, ha ido en aumento. En Argentina existen leyes que protegen a todos los menores de edad en contra de cualquier clase de delitos, entre los que se incluye el delito contra la integridad sexual.
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