Sumario: | Desde la Secretaría Académica de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba se pretende desarrollar programas estratégicos para la formación permanente de su personal académico e impulsar acciones para promover la mejora continua en el proceso educativo. En esta línea, mediante el Área de Formación Docente y Producción Educativa (FyPE), se propone la creación, en el año 2017, del Programa de Iniciación a la Docencia (PID) destinado a la formación de adscriptos de la Facultad. La intención de esta propuesta formativa —conformada por cuatro módulos conceptuales, dos seminarios y un taller—, es abordar la compleja labor docente, a partir de marcos teóricos y metodológicos sobre problemas de las prácticas de enseñanza universitaria.
En el 2018 la experiencia se pone en marcha mediante una modalidad de cursado principalmente en línea y con algunos encuentros presenciales por módulo. Es decir, los contenidos de cada espacio curricular se disponen a los adscriptos en un entorno virtual (aula Moodle) y, en el marco de un plazo e itinerario determinado, pueden leer, estudiar y trabajar —mediante actividades individuales y colectivas— los saberes en juego. La propuesta ofrece cierta autonomía de cursado a la vez que es acompañada por un tutor que guía el proceso, modera los foros, realiza devoluciones sobre las actividades y coordina los encuentros presenciales.
Hasta el año 2020, la propuesta se centró en la reflexión sobre las prácticas de enseñanza en el contexto particular de la Facultad de Ciencias Económicas, caracterizado hasta entonces por una modalidad presencial. Ahora bien, aunque parecía que había sido posible anticiparse a algunas de las demandas que la situación generada por la pandemia del Covid-19 iba a imponer como comunidad universitaria —en tanto el programa pretende mejorar los procesos de enseñanza mediada por tecnologías—, de igual manera fue puesto en jaque ante las contundentes modificaciones de las condiciones de enseñanza y de sostenimiento de ella).
Además del cursado regular de los módulos que ya habían sido producidos (1, 2 y 3), para el 2020 el PID también se proponía contar con los primeros egresados. Para cumplir este propósito era necesario desarrollar, a lo largo del año, el cuarto módulo conceptual (Educación a Distancia), el taller sobre Edición de Aula Moodle y los seminarios de Investigación y Extensión. Durante el mes de febrero el foco estuvo puesto entonces en la planificación anual del programa y en el lanzamiento del Módulo 4. No obstante, a punto de iniciar su difusión y convocatoria se decretó la suspensión de clases presenciales. Se produjo entonces un abrupto cambio de lógicas, tareas y medios a partir de los cuales realizar el trabajo docente. En este marco, fue necesario asumir que no era posible avanzar desconociendo el nuevo escenario y se inició un proceso de rediseño del programa; en particular referido, por un lado, a la readecuación de los contenidos de los espacios formativos, y por otro, al paso de la modalidad semipresencial a una modalidad completamente virtual.
La intención de este escrito es compartir entonces una triple caracterización: acerca de los sentidos que subyacen al programa; sobre las reflexiones que suscitó la pandemia y las transformaciones que atravesó; en diálogo con los cambios en los modos de enseñar en la facultad y su aporte a reinventar las prácticas docentes.
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