Sumario: | En el presente trabajo buscamos socializar dos aspectos que nos revisten interés a la luz de los saberes de la experiencia: 1) socializar los alcances y desafíos del abordaje de la Educación Sexual Integral en la formación docente ante el trazado de una nueva agenda de la ESI y la necesidad estratégica de salir del closet del aula, a partir de las transformaciones epistémicas a más de 15 años de sancionada la ley, saberes situados provocados y trastocados por la incorporación de la unidad curricular ESI en la formación docente de la provincia del Chubut; 2) reconocer y evaluar la interrupción de los modos de abordaje entrelazados dentro del campo de la práctica profesional docente; particularmente la vinculación entre la formación docente y el abordaje de la ESI por parte de estudiantes que se encuentran en formación y realizan sus prácticas pedagógicas en escuelas asociadas, que permitían a su vez, un desarrollo de la ESI de manera situada, y un diálogo entre las didácticas generales y las específicas. Interrupción provocada por la suspensión de actividades educativas presenciales en el marco de las medidas adoptadas por la propagación del COVID-19, y la reconfiguración de las experiencias formativas frente a la educación virtual o a distancia.
Con respecto al primer aspecto, referir que en el año 2012 se incorporó como espacio curricular en la Formación Docente Inicial en la provincia del Chubut, el Taller de Educación Sexual Integral (ESI). A partir de ello, los Institutos Superiores de Formación Docente fueron incorporando en las distintas ofertas formativas Talleres de ESI. En un inicio, dicha incorporación implicó sin duda una ruptura en el devenir organizacional, en línea con poner en cuestión las lógicas desde las cuales se piensa la formación de formadorxs. Entendemos que la condición de posibilidad del trabajo en ESI implica el compromiso colectivo respecto de la deconstrucción del curriculum en clave feminista-crítica; y esto, implica salir del closet del aula, formar equipos de trabajo e implicancia estratégica, y tensionar la ESI más allá de la ESI.
Con respecto al segundo aspecto, a partir de la sistematización de experiencias de articulación entre los talleres de ESI con el campo de la práctica profesional (principalmente en el profesorado de educación primaria), es que reconocemos como central establecer vinculaciones entre aquellos contenidos referidos a la ESI, los géneros y las sexualidades, con los saberes propios del oficio que comienzan a desarrollarse mediante la inserción paulatina de lxs estudiantes. Desde ya que esto no es una cuestión menor, y menos aún una tarea fácil; implica realizar un trabajo colectivo y colaborativo que potencie la reflexión, la toma de decisiones y la elaboración y desarrollo de proyectos educativos.
Ambos aspectos han sido interpelados y tensionados por la situación educativa provocada por la pandemia de COVID-19, y es menester trazar un estado de situación que nos permita desde la formación docente, volver a construir alianzas estratégicas de abordaje para el sostenimiento de la ESI en todos los niveles educativos.
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