| Sumario: | En esta ponencia pretendo abordar algunos interrogantes que movilizan los escenarios educativos actuales, luego de haber transcurrido dos años de escolaridad en pandemia. Los mismos surgen de una investigación realizada en la Facultad de Ciencias de la Educación –UNER-, entre los años 2019, 2020 y 2021, y de la producción de un trabajo final realizado para el Seminario de la Maestría en Comunicación (FCEDU –UNER) “Comunicación digital, ciberculturas y procesos de subjetivación", a cargo de la Dra. Paula Sibilia.
Las entrevistas mantenidas en el contexto de la investigación con docentes de escuelas secundarias de gestión pública, abrieron numerosas inquietudes y reflexiones, principalmente para aquellos quienes estamos a cargo de espacios del área Didáctica, de la formación docente en el nivel universitario. Entre ellas, cabe mencionar la desazón de algunos docentes ante las ausencias de sus estudiantes, las discontinuidades en los procesos de aprendizaje y las dificultades habidas para mantener una disciplina de trabajo.
La ausencia de encuentros presenciales y la distancia creada por los dispositivos digitales dotó de nuevos sentidos a una pregunta que desde hacía un tiempo formaba parte de los diferentes debates educativos: ¿para qué necesitamos las escuelas? Ese será el interrogante que mantendrá el foco de interés de la presente producción escrita.
La agudeza de los análisis que se vienen sucediendo desde la década del ’60, con las consecuentes denuncias vinculadas a la complicidad habida entre las prácticas escolares y la reproducción de las desigualdades sociales, han sacudido tempranamente lo que otrora se ha podido caracterizar como el santuario escolar (Dubet, 2006). Actualmente nos enfrentamos a otras series de críticas y demandas cuyo horizonte de transformación no radica precisamente en subvertir el sistema capitalista, en pos de generar mayor igualdad. Con el desdibujamiento del Estado nacional y la primacía de las reglas del mercado, nos enfrentamos a otro dispositivo, que engendra otros discursos, disposiciones, deseos, corporeidades en sociedades que no han dejado de incrementar los índices de pobreza y desigualdad.
La indagación de algunas de las aristas de estas transformaciones digitales, comunicacionales, sociales, culturales, económicas y los efectos posibles en la relación pedagógica y el requerimiento imprescindible de atención en los procesos de estudio, serán nodales para detenernos en la pregunta por los sentidos de la escolaridad. El análisis partirá de realizar algunos balizamientos relacionados a los efectos producidos por el declive institucional, para luego habilitar algunos señalamientos vinculados a las experiencias de enseñanza en la pandemia, con la intención de recorrer continuidades y discontinuidades. Aportes fundamentales por su actualidad para ser abordados en el contexto de la formación docente en el nivel universitario.
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