Sumario: | En el año 2020 el mundo se ve conmovido por la pandemia de COVID 19. Los sistemas escolares interrumpen sus clases presenciales para evitar la propagación del virus SARS Cov-2. La continuidad pedagógica sostiene la escuela sin los edificios escolares. Durante la pandemia, la educación superior sufre el mismo proceso: pasar a la educación remota de emergencia. Esto representa un gran desafío para la comunidad educativa en general y para los profesores en particular quienes, acostumbrados a dictar sus clases en forma presencial, mutan su didáctica a una dimensión virtual.
Tanto en los períodos del ASPO y del DISPO emergen otras prácticas de enseñanza que buscan adaptarse al nuevo contexto institucional mediadas por las TIC. La situación de emergencia sanitaria y las nuevas formas de la escolaridad y formación permiten analizar los elementos constitutivos escolares en tanto espacios, redes complejas y heterogéneas que implican acciones discursivas manifiestas u ocultas. Se instalan nuevos formatos que cambian las relaciones construidas previas a la pandemia. La arquitectura de aulas, espacios, tiempos, cajas horarias, cronogramas de planificaciones se rediseñan a partir de los protocolos del ASPO y DISPO. Profesores y estudiantes cohabitan las pantallas desde los hogares; nace un nuevo espacio escolar sostenido principalmente a través del campus institucional.
Para Dussel (2017) hay que cuestionar los límites rígidos que se plantean entre el ‘afuera’ y el ‘adentro’, que fueron y son mucho más porosos de lo que se supone, y que no están definidos por las paredes o los nombres de las instituciones sino por un tipo de vínculo y de trabajo con el conocimiento particular. Los horarios se diluyen y en algunos contextos prima la asincronía sobre los posibles encuentros sincrónicos. Rutinas escolares que se mezclan con otras cuestiones más cotidianas y extremadamente hogareñas. Se trabaja interdisciplinariamente creando nuevos ambientes cognitivos y digitales. En este nuevo esquema normado por la incertidumbre existen cuestiones educativas y sociales que se desplazan entre lo sincrónico y lo asincrónico (Maggio, 2012, 2018, 2021; Baricco, 2019; Carrión, 2020). La educación formal persiste, pero con una organización diferente a la que acostumbramos en la presencialidad prepandémica.
En el presente trabajo nos proponemos analizar las transformaciones curriculares que se generaron a partir del trabajo en aulas compartidas e interpretar las relaciones entre la didáctica general y la didáctica específica en torno a rupturas y continuidades de la enseñanza superior en el contexto de emergencia.
En el marco metodológico partimos de la observación e interpretación de las clases, contenidos y conceptos curriculares que se produjeron en las aulas virtuales en el período 2020-2021, los modos de diálogo entre lo asincrónico - sincrónico y las narrativas de los futuros docentes.
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