Sumario: | En el contexto eclesiástico de la reforma gregoriana y de un auge fervoroso del culto mariano (siglo XI y XII), una figura bíblica recurrente se manifiesta en las expresiones poéticas de aquellos hombres que detentan el monopolio del saber y la cultura en el medioevo latino: Femina Malum. Nos referimos con esta fórmula a aquellos calificativos misóginos que desde la perspectiva religiosa androcéntrica definen desde la poesía a la mujer como una amenaza para la vida célibe y santa. Cualidades tales como: astuta, tentadora, perversa, dulce malicia, envenenadora, pecadora, hija del Diablo; que condensadas en las diversas metáforas, reflejan al ser humano femenino reducido a tentación y objeto prohibido del deseo. Desde la libido reprimida, el desconocimiento, la distancia, la ajenidad y el temor, se trazan los rasgos y cualidades de lo femenino que ponen en duda y amenazan aquel hábitat religioso, característicamente masculino.
Nuestro propósito es mostrar y analizar el ataque y la declamación misóginos presentes en los versos de tres poesías: 1- Arbore sub quadam dictavit clericus Adam, 2- De artificiosa malitia mulieris (siglo XII), y 3- Fuge cetus feminarum (siglo XIII).
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