Sumario: | A lo largo de todo el territorio latinoamericano se han encontrado distintos tipos de revoluciones (revolución nacional, revolución popular, revolución socialista, revolución democrática burguesa, etc.) dependiendo del tipo de sociedad que se visualizara. La opción hacia la revolución socialista ha planteado la necesidad de elegir entre dos modelos que no son necesariamente convergentes. Como señala Altamirano (2011) si se analizan qué tipo de métodos y qué tipo de acción política se presupone para llegar a la revolución socialista se encuentran dos muy distintos. En primer lugar una vía violenta, definida por la lucha armada. En segundo lugar no violenta de transcurso al socialismo. Claros ejemplos de estas dos vías son la Revolución Cubana y la experiencia chilena con Salvador Allende. Según Debray (1967) los seguidores de la lucha armada sostenían que los conflictos entre las clases son irreconciliables por lo que no es posible consensuar con el orden burgués sino que hay que romper con ese orden. Siguiendo a este autor el sujeto revolucionario es aquel que se va al campo a combatir el orden burgués, según el autor ¨La ciudad es el cementerio de los revolucionarios¨. Sin embargo Stavenhagen (1965) establece que la idea de una alianza entre los obreros y los campesinos no es posible ya que la lucha de la clase obrera no condice con los ideales de lucha de los campesinos. Los logros que obtiene la clase obrera generalmente tienen graves consecuencias en la vida del campesinado. Al mismo tiempo, el autor establece que si el colonialismo interno es intenso, menor es la posibilidad de alianza entre campesinos y obreros. En el caso chileno el tránsito pacífico al socialismo se dio a través de un gobierno asentado en la voluntad popular de las masas. De este modo un gobierno socialista podía llegar al poder por medio de la institucionalidad burguesa y una vez en el poder cambiar al socialismo, cambiando el carácter burgués en el transito al socialismo. Si bien, la violencia no estaba ausente, era interpretada desde la perspectiva defensiva tanto políticamente como en las bases. Así es como no se apoyaba al pueblo armado. Álvaro García Linera, nacido en Cochabamba, ha sido vicepresidente de Bolivia desde que asumió el presidente Evo Morales en 2006. Previo a los tiempos de Evo Morales la construcción del Estado Boliviano solo representaba, organizaba y beneficiaba a unos pocos, era lo que García Linera denomina un “Estado aparente". A partir del año 2006, con la asunción de Evo Morales, comenzó un proceso de transición del Estado que posee como fin (Según García Linera) la construcción del comunismo como un hecho universal. Este formato de revolución socialista condice con el formato no violento que establece Altamirano. Para comprender mejor el proceso de transición que vive Bolivia, es necesario realizar un análisis pormenorizado sobre el tipo de construcción conceptual que realiza Álvaro García Linera respecto al Estado. En primer lugar se establecerán los marcos generales del concepto de Estado según el autor y el proceso mediante el cual se puede encontrar una transición del Estado o crisis estatal. En segundo lugar establecerán vínculos y relaciones entre el concepto de Estado de García Linera y otros autores importantes dentro de la teoría política. En tercer lugar se expondrán puntos en común entre el concepto de Estado de Álvaro García Linera y algunos aportes de José Carlos Mariátegui y Aníbal Quijano. Por último se realizaran algunas reflexiones finales.
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