| Sumario: | La pandemia de la COVID-19 ha modificado las prácticas y los significados del cuidado en sentidos distintos. El miedo al contagio produce aislamiento, sobreprotección, distancia, aumento de la sensación de riesgo de las personas socialmente percibidas como más vulnerables, especialmente aquellas en situación de mayor dependencia. El miedo al
contagio implica también nuevos arreglos en la propia situación de cuidado, que han comportado en muchos casos cambios en las condiciones laborales de las empleadas de hogar, muchas de ellas migrantes de origen latinoamericano, quienes, si no han perdido el trabajo, han sufrido alteraciones de jornada y salario, además de situaciones de confinamiento forzado. En base a una metodología etnográfica y en el marco de las teorías
feministas del cuidado, nos interesa confrontar percepciones del riesgo que confluyen en el ámbito laboral del empleo de hogar, en tensión y articulación con experiencias distintas de salud y vulnerabilidad. Ello sin perder de vista los elementos normativos causantes de desprotección y los modelos de gestión de la crisis socio-sanitaria.
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