Sumario: | La Educación Técnico Profesional cuenta con una cuantiosa y extensa historia en nuestro país. Comenzó a gestarse a fines del S XIX, y surge como trayecto de formación en el incipiente crecimiento industrial de la época (Rodrigo, 2017). Sin embargo, no tuvo un crecimiento lineal, sino que transitó por periodos de auge y retroceso debido a las políticas de los gobiernos de turno y a los modelos de desarrollo vigentes. Desde sus comienzos se
centró en formar varones para el mundo productivo, mientras que la formación de las mujeres giraba en torno a las manualidades, reproduciendo así la división sexual del trabajo dominante en la época y en consecuencia los roles asignados a cada género (Bloj, 2017).
Entonces, debido a esta cuantiosa historia, esta modalidad ha sido el foco de muchas investigaciones, ya que resulta importante no solo para la formación básica de lxs jóvenes, sino también para su futura inserción laboral. Sin embargo, pocas de estas investigaciones se han centrado el análisis en el lugar de las mujeres en la ETP. Aunque recientemente se ha demostrado mayor interés por este aspecto, al día de hoy continúa siendo una temática poco explorada, por lo cual se presenta como un área con gran potencial de investigación.
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