Sumario: | En la presente ponencia se realizará, un recorrido conceptual sobre la noción de hábitat para luego indagar sobre cómo definen diferentes autores a las políticas sociales traducidas en políticas urbanas, de vivienda, y habitacionales y buscar una relación entre estos conceptos. El concepto de hábitat ha mutado a lo largo de los años complejizándose y ampliando su alcance desde concebirlo sólo como “techo" en condiciones de salubridad básicas, pasando por la reivindicación de una vivienda digna y adecuada, hasta lo que Lefebvre (1968) desarrolló como derecho a la ciudad y que Harvey (2013) continuó problematizando. De esta manera, se pretende deslindar el hábitat y la vivienda de la conceptualización que los reduce a meros objetos mercancía y así resaltar su dimensión social y cultural además de evidenciar las múltiples interrelaciones que presenta en relación con la organización social, el ordenamiento territorial, la preservación ambiental y el fortalecimiento de la economía social y solidaria. Esto último se hace presente en la producción social del hábitat, es decir, una autogestión que se da desde los mismos pobladores que no cuentan con un apoyo material del estado, ni seguridad en la tenencia del terreno, ni regulación alguna. Aquí es donde aparece el rol del estado relacionado a las políticas sociales que intervienen en el hábitat, Oszlak (1991) habla de las políticas urbanas y los diferentes intereses a los que afectan y promueven desde donde emergen el caos y la irracionalidad. En la misma línea, Ortiz Flores (2011) subraya que, ante el abandono de la planificación territorial y urbana por parte de muchos gobiernos, sólo se proyectan negocios inmobiliarios que conllevan a prácticas irresponsables que llena al mundo de artículos superfluos, sin satisfacer las necesidades y derechos humanos fundamentales de sus habitantes generando una paradoja en la que existen al mismo tiempo millones de viviendas vacías y millones de familias sin techo. El impacto físico, territorial y social de las políticas habitaciones ha llevado a construir un hábitat abstracto y deshumanizado, caracterizado por el caos y la monotonía.
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