Sumario: | Hacia 1920 se hallaba ya consolidada en Buenos Aires una de las diversas ramificaciones del proyecto civilizador de la Generación del '80. Esto es, la edificación de unas instituciones musicales que contribuyeran a la constitución de un moderno Estado Nación. En ellas, y en paralelo a una enorme cantidad de músicas urbanas surgidas del complejo contexto de la inmigración, la élite porteña produjo realizaciones no sólo de autores internacionales reconocidos sino también de creadores locales. Sus nombres hoy constituyen, precisamente, el canon historiográfico musical de la Argentina hasta por lo menos 1950/60.
Considerando la vastedad del repertorio y lo que Carl Dahlhaus denomina la relativa autonomía de la obra, la musicología histórica tradicional de sesgo formalista adoptó dos criterios centrales a la hora de seleccionar sus temáticas a abordar. En primer lugar, el privilegio de un repertorio del pasado con cierta “presencia estética" (Dahlhaus, 1997, 47) en el presente; en segundo término, el carácter de innovador que ese repertorio pudo haber tenido respecto de otras prácticas de su tiempo. Desde ese punto de vista, la ausencia del grupo de músicas englobables bajo el término tango en las formulaciones tradicionales acerca de la Historia de la música argentina, sobre todo a partir de 1920, nos lleva a interrogar el canon establecido. La fuerte presencia internacional del tango en la contemporaneidad, sumado a rasgos que efectivamente dan cuenta de una práctica musical dinámica e innovadora redundan, creemos, en un estilo musical perfectamente analizable bajo el paradigma de la musicología histórica en un grado al menos tan importante como el del canon establecido. Finalmente, el reabordaje del propio canon histórico musical argentino bajo ese prisma, y a partir de la teoría decolonial fundamentada por Walter D. Mignolo y la caracterización de las ideas en torno al modernismo musical llevadas a cabo por Omar Corrado, nos llevan a revisar su centralidad; a interrogarnos por su limitación casi exclusiva al repertorio académico; y a entenderlo como el resultado de las propias limitaciones de la musicología local a la hora de abordar los fenómenos musicales híbridos que la circundaban.
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