Sumario: | El éxito de la terapia endodóntica implica la completa limpieza, desinfección y conformación del sistema de conductos, lo cual depende de la eliminación del tejido pulpar vital o necrótico, remanentes dentinarios y microorganismos. Para ello es necesario, concomitantemente durante la conformación canalicular, el uso de soluciones irrigantes con actividad antimicrobiana, quelante, disolvente y hemostáticas, las cuales pueden aumentar y mejorar sus propiedades químicas, mecánicas y biológicas cuando se los activa por medio de diferentes dispositivos.
En efecto, no resulta posible dar forma y limpiar completamente el conducto radicular únicamente con el uso de instrumentación rotatoria, ya que los instrumentos de níquel-titanio actualmente disponibles sólo actúan sobre el cuerpo central del conducto, dejando las aletas e istmos intactos después de completar la preparación. Estas zonas pueden albergar restos de tejido, microbios y subproductos, lo que podría no sólo impedir una adaptación estrecha del material de obturación y sino también dar lugar a una inflamación perirradicular persistente. Un irrigante ideal debe reducir la fricción del instrumento durante la preparación, facilitar la eliminación de la dentina, disolver el tejido inorgánico y orgánico, penetrar a la periferia del conducto, neutralizar bacterias y levaduras y no ser irritante para los tejidos periapicales. Sin embargo, no hay un único irrigante que pueda satisfacer todos estos requisitos. Además, existen diversos métodos como por ejemplo disminuir el pH, aumentar la temperatura, así como la adición de tensioactivos para aumentar la eficacia humectante de los mismos, y lo que es más importante, estos irrigantes deben entrar en contacto directo con las superficies de todo el conducto para una acción eficaz, en particular para las porciones apicales de pequeños canales radiculares. Para lograr estos objetivos, debe existir un sistema eficaz de liberación del irrigante hasta la longitud de trabajo. Dicho sistema deberá brindar un flujo y un volumen adecuados para cumplir con el desbridamiento del sistema de canales sin forzar la solución en los tejidos perirradiculares. Al seleccionar un irrigante y la técnica, se debe tener en cuenta su eficacia y seguridad.
Es por ello que el objetivo que se propone en este trabajo es profundizar en el estudio tanto de las diferentes soluciones irrigantes como de las variadas técnicas de irrigación vigentes en la actualidad, utilizados para optimizar los procedimientos de limpieza y desinfección en los tratamientos endodónticos, haciendo énfasis en la irrigación ultrasónica pasiva. Asimismo, se desarrolla un caso clínico en donde la activación de los irrigantes por medio de la utilización de un dispositivo ultrasónico posibilitó mejorar notablemente la permeabilidad del conducto.
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