| Sumario: | Para que exista crédito debe existir seguridad y certeza en el negocio económico – jurídico que supone diferir en el tiempo el cumplimiento de las obligaciones.
Cuando existen procesos inflacionarios la desvalorización monetaria erosiona la contraprestación que se difiere en el tiempo. La Ley 23928 prohibió las cláusulas de estabilización (arts. 7 y 10), de esta manera los particulares quedan limitados a paliar los efectos del proceso inflacionario utilizando la tasa de interés, de tal forma los negocios jurídicos – económicos pasan a ser aleatorios, reduciendo el crédito entre particulares a mínimos insignificantes.
El Código Civil y Comercial ha introducido un nuevo título valor representantivo de mercaderías (art. 1828 CCyC) , sumado a las amplias facultades de libertad de creación (art. 1920 CCyC), se dota a los particulares de un instrumento útil para dejar de lado el alea de adivinar la inflación futura, y retornar a criterios objetivos.
Así, a la inflación se la neutraliza con un instrumento que representa mercaderías, y se utiliza la tasa de interés en su función más clásica que es la determinar la renta por el uso del capital.
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